(EFE).- Cerca de 42.000 espectadores se volcaron hoy con los irlandeses U2, que dieron un energético y espectacular recital en la ciudad lusa de Coimbra, donde presentaron su "gira 360o TOUR".La legendaria banda, que se despide mañana de Portugal con una segunda actuación en el estadio Cidade de Coimbra, ofreció una mezcla de temas clásicos y recientes, muy bien acogidos entre el público, entregado al carisma de Bono desde el primer momento.
"Está tudo bem?" (¿Cómo estáis") preguntó el vocalista en un casi perfecto portugués, mientras alentaba a la multitud con el sencillo "The Beautiful Day", una corriente de optimismo para calentar motores.
Temas de su "No line on the horizon", su más reciente trabajo, intercalados de álbumes clásicos, como "The Joshua Tree" (1987) o "Achtung Baby" (1991) agradaron al heterogéneo público del concierto, donde se dieron cita fans de todas las edades.
La impresionante puesta en escena también contribuyó a estrechar la relación entre los espectadores y el grupo. El escenario giratorio "The Claw", una futurista garra con cuatro patas, amplificó el efecto de las canciones del cuarteto irlandés.
De su variado repertorio, sobresalieron la intrigante "Mysterious ways" y la combativa "Sunday Bloody Sunday", que dieron paso a sus conocidas baladas "One" y "With or Without you", temas que encumbraron al grupo como un fenómeno mundial del pop-rock.
Sin embargo fue "Where the Streets have no name" el más coreado. Su solemne abertura y conmovedor punteo de guitarra eléctrica la han convertido en un himno del género que sigue cautivando en cada concierto.
Entre mensajes a favor de la justicia social y la paz mundial, Bono aprovechó para dedicar una canción a la líder de la resistencia pacífica birmana, Aung San Suu Ky.
"Surrender" fue la canción escogida para cerrar las dos horas de actuación, coronada por la sonora ovación de sus miles de fans.
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